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La batería de CO2 como alternativa para producir energía

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En estos tiempos que corren de volatilidad e inestabilidad del mercado eléctrico, se está trabajando en diferentes alternativas para ayudar a salir del bache. En esta ocasión, se ha diseñado una batería gigante que utiliza el dióxido de carbono para suministrar electricidad de forma continuada, ayudando a abaratar su coste, lo cual la hace muy interesante.

Hoy en día, hay diferentes frentes abiertos en cuanto a la producción y uso de la energía mediante los diferentes recursos de los que disponemos, ya sean fósiles y contaminantes o verdes y limpios. 

Además de ello, existe la problemática de ya no conseguir una fuente de energía que poder suministrar, sino luego mantener constante esa energía y dar solución a la intermitencia que suele ocasionar algunas energías, como es el caso de la energía solar y la eólica. Cuando no hay luz o no hay viento, no producen, lo cual acaba siendo un problema.

En esta ocasión, la propuesta viene de la mano de la empresa italiana Energy Dome, la cual ha diseñado el primer prototipo de este tipo de batería

Batería de Co2

Funciona de tal forma que utiliza el dióxido de carbono para almacenar energía limpia y verde, sirviéndose para ello de las propiedades que ofrece el dióxido de carbono. 

Además, para su fabricación no se necesita ningún tipo de material contaminante ni tierras raras o materiales escasos que puedan ocasionar un aumento de sus costes ya que simplemente se utiliza acero, el propio dióxido de carbono y agua.

Cómo funciona la batería de CO2

Su funcionamiento se basa en la propiedad que tiene el dióxido de carbono para condensarse y así poder almacenarse a presión en situación de temperatura ambiente. Aunque el sistema es bastante novedoso, está basado en cierto modo en el método que utilizan las plantas de biogás.

Para conseguir la energía, se siguen los siguientes pasos:

  1. Primero se toma el CO2 almacenado previamente en una gran bóveda, donde el gas se encuentra a temperatura ambiente y a presión atmosférica normal.
  2. Después, este gas se somete a una compresión con la que se convierte en estado líquido, generando calor en el proceso.
  3. Este calor producido se almacena para emplearlo posteriormente en calentar el C02 que teníamos en estado líquido.
  4. Al calentarse, vuelve a convertirse en estado gaseoso que es enviado a una turbina donde se transforma esa energía mecánica en energía aprovechable.
  5. Por último, una vez pasa el gas por la turbina, es enviado a la bóveda donde está almacenado al comienzo del proceso, donde queda a la espera de un nuevo ciclo de producción.

Ventajas de la batería de CO2

Este tipo de producción de energía resulta bastante interesante debido a sus diferentes ventajas. No presenta emisiones de gases nocivos ya que sus creadores afirman que el dióxido de carbono empleado no se emite a la atmosfera. Además, no depende de otros factores, como pueden ser en el caso de otros tipos de energía, que puedan depender de factores externos como la eólica o la solar. 

Asimismo, permite que este tipo de instalaciones se puedan localizar y desplegar en cualquier parte del mundo, lo cual lo hace muy atractivo.

Los sistemas que utilizan para funcionar tampoco presentan ningún tipo de problemas en cuanto su suministro, lo cual suma otro punto a favor de esta tecnología.

Actualmente, solo existe una instalación de este tipo y se encuentra en Italia, concretamente en la isla de Cerdeña

De momento, la idea parece que ha gustado y se ha visto con muy buenos ojos por parte muchas empresas a lo largo del mundo ya que han recibido ya varias peticiones para poder ir a conocer la planta existente.

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