Las comunidades energéticas están teniendo un gran crecimiento en cuanto a su número en los últimos años. En este artículo vamos a hablar analizarlas al detalle: qué son, en qué consisten y los requisitos para formar una comunidad energética en España.
¿Qué es una comunidad energética?
Una comunidad energética es una entidad jurídica, normalmente formada por agrupaciones vecinales o vecinos, que se unen de forma voluntaria y en un entorno de participación cooperativa y ciudadana para obtener beneficios energéticos, medioambientales, sociales o económicos para los integrantes de la misma.
Las comunidades energéticas son entidades que no buscan una beneficio financiero si no social y medioambiental.
Estas comunidades locales surgen con la idea de alcanzar una agrupación vecinal con el fin de que esta pueda aprovechar aquellos recursos renovables, limpios o verdes de los que dispongan allá donde viven.
Normalmente, suelen girar sobre el concepto de autoconsumo energético local, o lo que es lo mismo, lograr producir de manera autónoma la energía necesaria para mantener las viviendas o locales que forman parte de la comunidad.
Esta idea no es demasiado novedosa ya que en otros países europeos lleva tiempo desarrollándose, pero con el tiempo está tomando cada vez más relevancia en España, ayudada también por la coyuntura del sistema energético y toda la inestabilidad y volatilidad que envuelve a la evolución del precio de la luz.
Estamos en una época en la que debemos empezar a dar importancia al hecho de que debemos empezar, cuanto antes, a cuidar más el planeta y girar para redirigir la forma en la que creamos energía, decantándonos por fuentes mucho menos contaminantes y nocivas, apostando por las verdes y renovables como la energía solar.
La alternativa de las comunidades energéticas nos ofrece la posibilidad de actuar en este sentido en el ámbito local y en una comunidad reducida.
Ventajas de las comunidades energéticas locales
Estas agrupaciones ofrecen varios beneficios a aquellos que forman parte de las mismas. A continuación, tenemos un listado de ellas:
- Supone una alternativa de inversión y desarrollo de energías renovables y limpias.
- Ayuda a dejar de lado y abandonar el uso de energías fósiles, colaborando con la reducción de emisiones nocivas a la atmósfera.
- Implantar las energías renovables desde el punto de vista social y cercano al ciudadano, en vez de apoyar proyectos que dejan de lado al ciudadano.
- Colabora en la mejora de la eficiencia en el consumo de aquellas viviendas acogidas a la comunidad energética.
- Puede llegar a suponer un antes y un después en cuanto al problema de la pobreza energética. Este tipo de comunidades puede favorecer que aquellas personas con menos recursos accedan a la energía pagando un precio mucho más justo por ella o realizando un autoconsumo compartido a través de la instalación de placas solares.
En definitiva, estás comunidades energéticas pueden cambiar el modo en el que funciona el actual sistema eléctrico, ya que proponen una nueva forma de producir, generar y distribuir la energía.
Tipos de comunidades energéticas en España
Según el plan Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), se establecen dos tipos:
Comunidad ciudadana de energía: está definida para soportar cualquier tipo de proyecto relacionado con el sector eléctrico de cara a los miembros de la misma. Incluye la distribución, suministro, consumo, almacenamiento, prestación de servicios de carácter eléctrico o servicios de recarga para vehículos eléctricos.
Comunidad de energías renovables: a diferencia del caso anterior, este tipo de comunidad está enfocada a cualquier proyecto comunitario que implique el uso de energías renovables, como pueden ser la energía eólica o la solar.
Requisitos que debe cumplir una comunidad energética según IDAE
Una comunidad energética para reconocerse como tal tiene que cumplir con las siguientes condiciones:
- Ha de ser una entidad jurídica la cual sea autónoma y esté controlada por sus socios o miembros, basada en la participación abierta y voluntaria. Esta a su vez debe encontrarse cerca de proyectos de energías renovables y los proyectos desarrollados han de ser de su propiedad y desarrollados por ella.
- La finalidad última de la comunidad energética ha de ser proporcionar y promover beneficios sociales, medioambientales o económicos a sus socios o miembros, o en su defecto a las zonas locales donde esté sita.
- Los socios y miembros pertenecientes a la comunidad han de ser personas físicas, pymes o autoridades locales.
¿Cómo funciona una comunidad energética local?
A continuación, vamos a enumerar cuatro factores principales que marcan la diferencia entre una comunidad energética local respecto de una empresa comercializadora:
- Preocupación por la comunidad y por la pobreza energética.
- Se toman las decisiones de forma democrática, de tal forma que una persona representa un voto.
- Son autónomas e independientes a diferencia de otras entidades donde están controladas por accionistas que no tienen nada que ver con los miembros de la comunidad.
- Proporciona participación voluntaria y abierta.
¿Cuántas comunidades energéticas hay en España?
Con datos oficiales del 2022, en España existen 33 comunidades energéticas locales, una cifra muy alejada de Alemania, país líder en Europa con 1.750 comunidades.
Subvenciones comunidades energéticas
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